En el primer semestre de 2025 se acercan libros de Claudia Castellucci, El Conde de Torrefiel, Kate Zambreno, Bhanu Kapil, Paz Rojo, Los Bárbaros, Esteban Feune de Colombi/Marc Caellas, Lucía Carballal, María Velasco, María Salgado, Luigi Pirandello, Miguel Rojo, Manuela Partearroyo, Nao Albet/Marcel Borràs, Txetxu González... Esto es, narrativa, poesía, teatro, ensayo. Pero mientras, nos hacemos eco de la siguiente poética de la escritora Lina Meruane que nos cuenta ella misma pues de alguna forma participa de la que buscamos en los textos que publicamos. «Es así como he escrito y como cada vez más escribo: lanzando palabras al aire. A partir de una imagen al despertar. A partir de una voz, de una minúscula palabra incluso. De una palabra brutal.[...] Que golpee un poco pero que deje al lector vivo, jadeante, acezante, deseando como masoquista otro golpe. A ver si lo resiste. Confiar en el aguante del lector, pero esto no es boxeo. O sí. Lo que hay no es sangre. O sí. O es otra cosa. O no. Es palabra si el ritmo la acompaña. [...] Palabras archivadas en la memoria. Palabras robadas y anotadas en papelitos. Palabras arrancadas de otros libros, recortadas de sus páginas reinsertadas, recicladas, resucitadas, palabras de poco uso, acezantes, palabras olvidadas, palabras que han perdido lustre pero que, descolocadas, alumbran la noche. Palabras nuevas que reemplazan las gastadas. Palabras gastadas que se cargan de tensión. Que remiten a un instante fugaz y luego a otro. [...] La palabra estallido. La palabra sangre. El acertijo de esa palabra que se vuelve viscosa sobre el piso, resbalosa, costra negra que ciega al lector. Un ojo ciego. Una memoria sin ojos. Una protagonista que dice yo para saber que existe, mientras desaparece para sí misma. Eso es todo pero siempre hay más. O no. La escena se oscurece, se separa de la realidad». Felices libros. Nos leemos en 2025. Gracias siempre.