«La nueva forma de comprometerse con el lenguaje es la citación.» Entrevista a Kenneth Goldsmith en Notodo.com

24.11.2014

«La nueva forma de comprometerse con el lenguaje es la citación.» Entrevista a Kenneth Goldsmith en Notodo.com

Publicado en Notodo.com

Kenneth Goldsmith. Transcribiendo al poeta

Entrevista: Lola J.C Elkin | Noviembre 2014

Kenneth Goldsmith combina la contradicción de nuestro tiempo con un espiritu crítico y arriesgado, jugando con las mismas cartas que el resto pero dándoles la vuelta: un escritor que conoce los límites pero no las fronteras. Desde la distancia y aprovechando su participación en el festival Poetas por Km2 hablamos con el cerebro detrás de la plataforma-archivo de productos culturales UbuWeb y primer poeta laureado por el MoMa neoyorquino, más interesado por lo que sucede en las calles y en la red que dentro de un museo.

 

Notodo: ¿Es la escritura no-creativa tan solo un mero proceso de transcripción? ¿Cuál es la intención detrás del proceso?
Kenneth Goldsmith: En un tiempo en el que hay tanto lenguaje accesible en el mundo es una tontería querer escribir con uno nuevo. Es mejor, en su lugar, darle un nuevo propósito al lenguaje existente, a tu manera, reivindicándolo como tu propia escritura.

NTD: Entonces, en esta reivindicación, podríamos decir que hay una intención de búsqueda de una identidad, o de explicar el mundo, como el caso de Perec, por ejemplo. ¿Es ese el objetivo?

K.G.: Creo que el objetivo es ser contemporáneo. Cómo vivimos en el mundo y articular lo que supone vivir en él, en la situación del presente. Nuestra actual situación es profundamente diferente a la de, digamos, hace quince años; y para que la escritura sea contemporánea debe asimilar esto. Siento que la escritura moderna no asimila ese hecho: a pesar de que es creativa, con todas las herramientas de nuestro tiempo, hay demasiada poca consciencia de ese proceso.


NTD: En el prólogo de uno de tus primeros libros, Inquieto (Fidget), que se publicó recientemente en España, surge la pregunta de si se trata de prosa, poesía o una nueva forma de expresión. ¿Pueden los escritores ser innovadores todavía?
K.G.: Sí que pueden... si se comprometen a serlo, claro. Desafortunadamente, al mercado no le interesa la innovación, por lo que a los escritores no les interesa ser innovadores.

NTD: Un amigo escritor recientemente me dijo lo mismo: lo innovador no vende
K.G. Bueno, la poesía no vende en general, así que si decides ser poeta no tienes que pensar en esas cosas, en si vendes o en el mercado; esas cosas no nos importan a los poetas, así que podría decirse que la poesía está, de hecho, en la vanguardia de la innovación porque no tiene nada que ganar ni nada que perder.

NTD: Así que, cuando dices que "internet se beneficia de la poesía" no te refieres a que lo hace de una forma económica...
K.G.:
La poesía nunca se beneficia de manera económica. Eso no es ni siquiera algo en lo que un poeta puede pensar... ¡y menos mal!

NTD: Entonces... ¿de qué manera se beneficia la poesía con la apartición de internet?
K.G.:
Internet nos ha dado nuevas formas de escribir, nuevas formas de las que el posmodernismo nunca se percató hasta la era digital. Me refiero a las ideas que se propusieron en el modernismo y que no hemos entendidos hasta la llegada de Internet; así que, podría decirse que es en estos momentos, con la llegada de la alta tecnología, cuando realmente estamos asistiendo al florecimiento del modernismo en todo su esplendor.

NTD: En tu libro La escritura no creativa, gestionando el lenguaje en la era digital hablas de Twitter y del uso que hace la gente de él. Una anécdota que encontré muy divertida fue  cuando cuentas que una vez escribiste accidentalmente un tuit con un enlace erróneo, y que antes de que pudiese cambiarlo ya se había retuiteado cientos de veces, lo cual probó que nadie había entrado en el enlace. En este contexto hablaba usted sobre cómo movemos la información de un lado a otro pero no nos relacionamos con ella como antes…
K.G.: Estas personas que dice no estaban interesadas en la información en sí, sólo en la cita. Creo que vivimos en una cultura de citaciones, y que la nueva forma de comprometerse con el lenguaje es la citación; lo que pensábamos que era contenido realmente no lo es: la escritura ahora no es información, sino meta-información.

NTD: Eso tiene que ver con lo que dices de que los escritores de hoy en día no escriben y los lectores no leen...
K.G.: Cierto, estamos procesando información, usamos el lenguaje, las palabras son materia, no son transparentes, son cosas que podemos coger y trasladar de un lugar a otro. Copiamos de un sitio a otro: eso es la nueva escritura.

NTD: ¿Tiene eso que ver con la falta de concentración que el exceso mediático ha provocado, lo que usted llama “Una nueva forma de vanguardia”?
K.G.: Creo que sí estamos muy concentrados, sólo que lo hacemos de forma diferente. Pienso que nunca antes habíamos estado tan concentrados como cuando nos sentamos delante de nuestros ordenadores ocho horas seguidas: eso es lo más fascinante que hayamos hecho nunca, nadie antes se había sentado con un libro ocho horas con ese tipo de concentración. Así que no, no creo que hayamos perdido nuestra habilidad de concentración, estamos comprometidos con la tecnología de una forma profunda y nueva.

NTD: ¿Significa eso que somos "más literarios" por el hecho de estar más involucrados con las palabras?
K.G.: No somos más literarios, lo somos de forma diferente, eso es todo, ni más ni menos. No quiero juzgar eso. Digamos, simplemente, que ahora operamos con el lenguaje de una manera distinta.

NTD: ¿Son las nuevas tecnologías el camino a seguir? ¿Qué viene después de la escritura no-creativa?
K.G.: No es idea mía lo de que ese sea el camino a seguir, ¡ya pasó! ¡Terminó! Ya ni siquiera es una opción, no se puede volver atrás. Tenemos una manera muy diferente de relacionarnos con nuestros aparatos móviles: la gente invierte mucho más tiempo mirando sus pantallas que en cualquier otra cosa, hay algo muy fascinante en eso. Así que, realmente, no importa lo que yo piense, creo que el cambio ya se ha hecho. Los artistas y productores de cultura necesitan, por decirlo de alguna manera, ponerse al día. Tenemos que dejar ir al pasado y caminar hacia adelante.

NTD: En su trabajo te han influido figuras como Cage o Warhol, pero, ¿hay algún artista contemporáneo al que admire o le inspire de alguna manera?
K.G.: Claro… me interesan mucho los poetas más jóvenes, esos que están en la veintena y que hacen tantas cosas, proyectos que no parecen poesía, que ni si quiera parecen literatura, se asemejan más a arte visual o arte por ordenador, pero me encanta el hecho de que ahora lo llamen poesía. La poesía es algo tan poco interesante para la mayor parte de personas que las nuevas generaciones están aprovechando para ocupar ese espacio, reinventándolo en cosas nuevas que no se parecen nada a lo que entendíamos como poesía, haciendo que la poesía sea el lugar más emocionante en el que estar ahora mismo.


NTD: Entonces la poesía es algo que siempre ha estado vivo ¿o diría que ha comenzado a revivir ahora?
K.G.: Creo que estaba tan muerta que la gente la ha revivido, ha soplado una vitalidad renovada en ella, la han hecho relevante de nuevo a través de la tecnología y el uso de sms, twitter, redes sociales, a través de las performances, la poesía concreta y llenando las paredes de la ciudad con poesía visual. De repente la poesía es algo emocionante de lo que no parece que nos aburriremos fácilmente.

NTD: ¿De qué manera es importante la poesía para la sociedad? ¿Qué ganamos con ella en nuestras vidas?
K.G.: Creo que la poesía es necesaria porque el mundo en sí mismo no tiene tiempo para poesía, por lo que los poetas son libres, como dije antes, para explorar una forma de arte sin compromiso. Ya no nos volvemos hacia el arte visual para encontrar eso: las artes visuales ahora son relevantes por su mercado, las novelas lo mismo, a Hollywood nos dirigimos para buscar entretenimiento, pero la poesía, por su posición en la sociedad, es libre para tomar riesgos maravillosos. Es algo muy estimulante.

NTD: Has sido el primer poeta laureado por el MoMa de Nueva York. ¿Que significa exactamente ser un poeta laureado?
K.G.: No significa nada.

NTD: ¿Pero cambia eso tu manera de encarar a la poesía o en la que la gente se enfrenta a su poesía?
K.G.: No cambia nada excepto a la poesía en sí misma, no recibes nada, tampoco me pagan más dinero por hacerlo, no hay un valor añadido. Quiero decir, fue divertido estar en un museo, pero los museos se rigen por su propia agenda, mi tiempo ahí fue más una intervención que otra cosa. Un irrupción del fluir normal de la vida en el museo. Ver a los visitantes y a las galerías involucrarse con poesía fue algo mágico, pero los poetas no hacemos esto por los resultados, realmente no hay ningún resultado, la poesía es sólo una práctica diaria.

NTD: Decías en otra entrevista que era más fácil cambiar las cosas desde dentro. Yo entendí que esa frase estaba relacionada con esto, con el hecho de que ser más académico suponía una ayuda a la hora de transformar la literatura con mayor facilidad que desde fuera. ¿No era eso entonces lo que quiso decir?
K.G.: Soy profesor en una universidad, un lugar que me da completa libertad para hacer lo que quiera, y se trata de una universidad prominente, sí, está muy metida en el academicismo pero no está opuesta a nada; de hecho, se muestra muy abierta a apoyar una agenda radical como la mía. Esto puede deberse a un instinto muy peculiar que he desarrollado, pero noto que cuando intento traer ese tipo de actitud a las altas esferas y lugares muy académicos, la gente no se muestra hostil, de hecho son muy receptivos, ya sea en el MoMa, en la Casa Blanca o en medios de difusión corrientes la reacción es la misma. Cuando empiezo a hablar de estas ideas, de repente la gente parece interesarse de nuevo en la poesía, eso es lo verdaderamente interesante.

NTD: Hablando de la Casa Blanca… en su día recitó a Obama un texto del que se había apropiado de forma ilegal. Esta idea es ya contradictoria en si misma. ¿Fue bien recibida tu apología de la escritura no-creativa en esa institución? ¿Tenías la intención de provocar con su intervención?
K.G.: No, sólo dije las cosas que siempre digo. Por aquel entonces dirigía un taller por las tardes junto a Michelle Obama y a ella también le hablaba de la misma forma en la que te hablo a ti ahora. El resto de la sala parecía comprender lo que quería decir, nadie me contradijo, no intentaba provocar, solo dije lo que dije y parecieron comprenderlo, así que pensé para mi mismo... "¡wow! esto nunca hubiera sucedido si hubiese leído poesía en la Casa Blanca de George Bush" (sonríe).

NTD: Aún así, se trata de una situación donde la línea entre legalidad e ilegalidad es muy fina. ¿Piensas que cuando algo es considerado como Arte se legitimiza a si mismo?
K.G.: No, creo que tiene más que ver con el dinero, si lo que yo le dijese a la gente fuera que deberían piratear películas de Hollywood, no les habría gustado, pero el Arte es bello, es un lugar libre al que la gente puede entrar y jugar con la controversia, y quizás con ideas ilegales, pero con pocas consecuencias. Creo que esa es una parte súper importante del arte, el hecho de que tiene pocas consecuencias, y eso da pie a la experimentación. El arte es uno de los últimos lugares libres de la sociedad. No sé en qué otras áreas eso existe aún, por eso creo que a la gente le gusta entrar en él y sentir lo que significa ser libre.

NTD: ¿Es por el hecho de que no hace nadie que UbuWeb, la red gratuita de arte, cine, música, que creaste hace dieciocho años funciona?
K.G.:
Por supuesto. UbuWeb no toca dinero: no hay anuncios ni anunciantes, nada de ese tipo de cosas. Nunca he ganado dinero con ella, no va de eso: va sobre educación y acceso a materiales difíciles de encontrar, y cuyo acceso es intelectual y culturalmente crucial para la gente, así que se trata de una especie de "servicio comunitario".

NTD: ¿Cuáles fueron tus motivaciones y qué te dio la idea para crear una plataforma de esas características?
K.G.:
Empezó como una página de arte visual y poesía concreta, que me encanta. Luego se transformó, de forma natural, en una página sobre arte de vanguardia. Por aquel entonces no había nada parecido en la web, así que pensé: "bueno, igual debemos hacer eso". Y así fue.

NTD: En el manifiesto de UbuWeb, la página se llama a sí misma "el Robin Hood de la Avant-Garde". Dices que no hay nada parecido, no hay competencia para UbuWeb en la actualidad. ¿Crees que es debido a una falta de altruísmo, motivación o falta de ideas?
K.G.: Creo que a la gente le da mucho miedo una cosa llamada Copyright (derechos de autor), pero de hecho, la mayor parte del tiempo, los derechos de autor no existen, o a ciertos niveles no lo hacen, y entonces es cuando comienza todo... la gente se pone furiosa si hay dinero de por medio, así que debemos ser un poco más utópicos con nuestra actitud. En UbuWeb no hay nada de Britney Spears pero sí hay un anuncio de 1967 de un banco español con Salvador Dalí hablando de cuánto le gusta el dinero. No creo que eso haga daño a nadie. (sonríe).

NTD: Retomando Inquieto (Fidget), en él te dedicas a transcribir cada movimiento que has hecho a lo largo de un día entero, un proceso que parece bastante introspectivo e íntimo. Por otro lado, también has escrito un ensayo en el que transcribes una copia entera del New York Times. Los dos tienen que ver con la escritura no creativa, ¿dirías que requieren maneras diferentes de enfrentase a ellos?
K.G.: Bueno, Inquieto es uno de mis primeros libros, creo que de 1997. El ejercicio era un puente para mí, de formas más tradicionales de escritura hacia la escritura no-creativa que es lo que acabé haciendo. Era algo mecánico, más influenciado por Samuel Beckett que por Andy Warhol. Ese sería el tipo de diferencia entre ambos procesos. Quería que en el libro apareciesen todos los movimientos que realiza un cuerpo a lo largo del día, pero sin la moralidad ni humanismo que aporta Beckett al cuerpo humano. En Beckett todo es una metáfora sobre la lucha diaria de la humanidad y en mi caso no había nada de eso, sólo quería ver y saber si era posible describir lo que mi cuerpo hacia durante el día. El texto resultante no es sobre mi cuerpo, sino sobre un cuerpo en un espacio, nunca utilizo la palabra mío… creo que está más cerca del trabajo de alguien como Eadweard Muybridge: sus fotografías son más un estudio sobre el movimiento.

NTD: Entonces es una separación del cuerpo y el escritor, como si el proceso fuese externo a él… ¿Dirías que tu trabajo ahora, aunque relacionado, es una evolución de cuando empezaste? Ahora parece mirar hacia afuera directamente.
K.G.: Sí, pero ahora mismo es que estoy en un punto de mi trabajo desde el que podría continuar indefinidamente, podría re-escribir el espacio de Internet entero, copiar y pegarlo todo, pero sería un poco estúpido hacerlo, así que en cierta manera, mi obra reciente está más cerca de mis primeros trabajos en la forma en la que evoco las cosas, de maneras, me atrevería a decir, más creativas.

NTD: Sobre lo de imprimir todo Internet, ese fue un proyecto muy ambicioso. ¿Se te fue un poco de las manos? ¿Esperabas recibir tanta información o realmente tenías la idea incluso de hacerlo a mayor escala?
K.G.: ¡Oh, no! Creo que abarcamos la mayor parte. Básicamente, en ese momento, imprimimos todo el grueso de Internet, que además cupo en una sola habitación en un montoncito perfectamente ordenado.

NTD: ¿Entendió la gente tu idea?
K.G.: No, la odiaron. Creyeron que quería acabar con todos lo árboles del Planeta, dañar el medio-ambiente. Tampoco gustó la idea que estaba proponiendo de que cualquiera que imprimiese unos cuantos trozos de papel pudiese considerarse artista. A la gente le disgustó el aire democrático que envolvía mi idea: cualquiera que contribuya puede ser llamado artista. Esto disolvía la concepción, claro, de que el artista es alguien especial, y creo que es lo que más molestó a la gente.

NTD: Esto es algo que pasa mucho hoy en día, con el fácil acceso a los medios, como sucede con la autoedición. En una ocasión has dicho que tardabas como ocho o nueve años en inspirarse pero sólo un par en escribir. ¿Que te parecen estos escritores que publican un par de libros al año?
K.G.: Eso no es nada, algunos de esos jóvenes poetas de los que hablaba antes, lo que hacen es raspar información de la web y publicar libros que imprimen bajo demanda en Lulú (página de auto-publicación). Publican miles de libros que nadie leerá nunca, libros llenos de basura extraída directamente de la web, es increíble. ¡James Joyce de vuelta otra vez! Es la nueva forma de estar en el mundo como artista. Mi práctica de re-escribir un periódico parece anticuada en comparación con la forma en la que estos escritores trabajan hoy en día, imprimiendo, a veces, hasta un libro de mil páginas por día, es maravilloso.

NTD: Respecto a tus libros has dicho que la intención no es la de tener muchos lectores, ni siquiera que se lean, sino que el objetivo es el de crear debate o hacer que la gente piense sobre cosas en las que no hubiesen pensado por si mismos.
K.G.: No acabo de estar seguro acerca de cuál es mi objetivo, pero no se me ocurre quién querría leer mis libros... ¡son imposibles de leer! A eso me refiero cuando digo que no se trata de leer, sino de hacer. Las palabras hoy en día son material con el que trabajar, no son sólo para leer, aunque puedes hacerlo si quieres (¡hay quien afirma que mis libros son buenos incluso!). Al final, un artista expone algo al mundo y normalmente está equivocado sobre lo que ese mundo piensa sobre él.

Por Lola J.C Elkin

05.11.14

Kenneth Goldsmith es autor de once libros de poesía, editor fundador del archivo online UbuWeb y profesor de escritura en la Universidad de Pensilvania, donde es editor senior de PennSound, un archivo poético online. Ha participado en el festival dOCUMENTA en Kassel, Alemania, cita que al año siguiente le publicó Letter To Bettina Funcke como parte de su serie de libros 100 Notes – 100 Thoughts. Ese mismo año, 2013, se convirtió en el primer poeta galardonado en el Museo de Arte Moderno (MoMa) de Nueva York.

 

¿Por qué?

Porque, además de poeta laureado, creador de una nueva tendencia literaria y Robin Hood del arte de vanaguardia, Kenneth Goldsmith es un revolucionador del lenguaje.