"James Boswell quiso ser demasiadas cosas, pero sólo consiguió la única de la que su acerada vanidad no podría disfrutar en vida: la posteridad literaria" (Giral Torrente)

«James Boswell quiso ser demasiadas cosas, pero sólo consiguió la única de la que su acerada vanidad no podría disfrutar en vida: la posteridad literaria», asegura Marcos Giralt. Y es que habría que esperar al siglo XX para que se redescubriera la mayoría de su correspondencia, diarios y notas, revalorizándose desde entonces su figura hasta adquirir la dimensión e importancia que conocemos hoy.